Liderazgo Inclusivo: Pasos Que Su Organización Debe Tomar Para Hacerlo Bien
¿Cómo es una cultura de liderazgo inclusivo? En todo el mundo, no solo las personas están exigiendo igualdad social y económica, las organizaciones también han adoptado una posición al respecto. Desde grandes corporaciones hasta pequeñas empresas y organizaciones sin fines de lucro, hemos visto una variedad de respuestas destinadas a denunciar el racismo y comprometerse con una mayor equidad, diversidad e inclusión. A medida que muchos líderes sénior y ejecutivos de RR.HH. reexaminan las iniciativas de diversidad e inclusión de sus organizaciones, están descubriendo que una reinvención puede ser lo más adecuado; y esa reinvención debe comenzar desde arriba, con líderes que incorporen un enfoque de liderazgo inclusivo. Pero, ¿qué es exactamente el liderazgo inclusivo? Los líderes inclusivos son personas que son conscientes de sus propios prejuicios y buscan y consideran activamente diferentes perspectivas para tomar decisiones más informadas y colaborar de manera más efectiva con los demás. El liderazgo inclusivo también significa que los líderes se comprometen a garantizar que todos los miembros del equipo: Cuando las intenciones y el impacto no están alineados Evite estas consecuencias no deseadas en sus iniciativas de D.E.I Cuando se trata de iniciativas de diversidad e inclusión organizacional, muchos líderes tienen buenas intenciones de construir equipos diversos y practicar un liderazgo inclusivo, pero a menudo hay una brecha entre las intenciones y los resultados. Cuando las iniciativas de diversidad y los esfuerzos de liderazgo inclusivo salen mal, las organizaciones experimentan consecuencias no deseadas, como personas que no alcanzan su potencial y estrategias que fracasan; y a medida que otros en la organización observan estas consecuencias, los niveles de confianza comienzan a erosionarse, la cultura organizacional sufre y la seguridad psicológica en el trabajo disminuye para todos. Querrá evitar las siguientes 3 consecuencias que pueden ocurrir cuando los esfuerzos bien intencionados de inclusión no son suficientes. Evite el tokenismo. El tokenismo ocurre cuando las organizaciones tienen la intención de ser inclusivas pero reclutan solo una pequeña cantidad de personas de grupos subrepresentados para ser parte de un equipo diverso. Por ejemplo, las organizaciones pueden contratar a una persona negra, una mujer o una persona LGBTQ en un equipo o departamento, como “requisito” mínimo para ser inclusivos. El tokenismo resulta contraproducente porque en ausencia de una verdadera representación, las organizaciones en realidad no se benefician de una diversidad de perspectivas, antecedentes y colaboración; y los individuos de los grupos subrepresentados pueden sentirse incómodos o aprovechados porque sienten que solo están allí para marcar una casilla. Evite la asimilación . Si los empleados de minorías sienten que su cultura no es la cultura dominante en la organización, es más probable que intenten encajar y asimilarse a la cultura de la organización. En otras palabras, asumen las características y valores de la organización más grande para no sobresalir. Sin embargo, al asimilarse, los empleados corren el riesgo de amortiguar la perspectiva diversa que aportan, esto significa una gran pérdida para la organización. Los líderes deben comprender y considerar las diferentes experiencias vividas por las personas para participar en una verdadera colaboración y ayudar a sus equipos a alcanzar su máximo potencial. Esto comienza con la comprensión de cómo los aspectos de su identidad social afectan su forma de liderar . Evite la deshumanización . A veces, las personas pueden ser reclutadas o contratadas a través de iniciativas de diversidad organizacional solo para ser tratadas una vez que llegan allí, como si no tuvieran el mismo nivel de inteligencia o capacidad que sus colegas. Este error común es una de las formas más poderosas y dolorosas de daño colateral. Asegúrese de que sus iniciativas de diversidad e inclusión comiencen con un enfoque en la equidad para evitar este error común. ¿Cómo es el liderazgo inclusivo? El liderazgo inclusivo comienza con la empatía En primer lugar, los líderes deben ser empáticos. En el lugar de trabajo (y más allá), la empatía es la base de nuestra capacidad para conectarnos a nivel emocional y prepara el escenario para la inclusión y la colaboración. Más que un sentimiento privado, la empatía debería ser un acto . La capacidad de ser empático debería catapultarte a algo significativo, sea lo que sea para ti o para otras personas, y debería demostrarse constantemente. Así como los padres pueden enseñar a sus hijos a ser empáticos, los líderes inclusivos pueden alentar a sus colegas a ser empáticos practicando la empatía y los actos de inclusión. De hecho, la inteligencia emocional está relacionada con la eficacia del liderazgo. Cuando las organizaciones se comprometen a fusionar la empatía y la inclusión, y usan ese poder para transformar sus culturas para mejor, las personas adoptan 7 actos de liderazgo inclusivo; estos actos marcan el camino hacia la participación plena, significativa y auténtica de cada individuo en la organización. Cada acto tiene la capacidad de cambiar vidas, abrir puertas y construir puentes. 7 actos de liderazgo inclusivo Ya sea que esté comenzando o sea el líder de toda una organización, participar en estos 7 actos intencionales de inclusión y desarrollar las siguientes competencias de liderazgo le permitirá reinventar las relaciones y la organización. 1. Profundizar su autoconciencia. Como su primer acto empoderador de inclusión, construya una base sólida de comprensión personal. A veces esto puede significar pedir retroalimentación; admitir sus propios errores y fracasos; reflexionar sobre su propia educación, antecedentes e identidad social; hablar de tus emociones y experiencias; o defender sus propias necesidades. Necesitas tener un alto nivel de autoconciencia; comprender tus propios sesgos, fortalezas y debilidades; y estar cómodo en tu propia piel para poder realizar actos de inclusión o practicar la colaboración. Si se siente cómodo consigo mismo, esa confianza repercutirá en todos los demás actos de liderazgo inclusivo. Aprende a aumentar tu autoconciencia . 2. Fomentar la conciencia social. De la autoconciencia viene la conciencia social, una parte de la inteligencia emocional. La conciencia social es la moneda del diálogo y de nuestras relaciones con otras personas. Cuando las personas carecen de conciencia social, tienen problemas para comunicarse o tienden a decir las cosas equivocadas en los momentos equivocados. Mientras presta atención a lo que sucede a su alrededor, utilice la información que recopila para crear una cultura de inclusión; por ejemplo, si se contrata a una nueva